Vuelve Tangos Brujos: en febrero Sant Boi y en marzo La Yumba

Es para nosotros una enorme satisfacción anunciar que el espectáculo Tangos Brujos estará de nuevo en La Yumba el próximo mes de marzo. Y antes, en febrero, se estrenará también en Sant Boi de Llobregat.  Próximamente informaremos sobre los detalles....
Mientras tanto, os dejamos con la hermosa crónica de la última función, escrita por "Divina de la Muerte"

No fue un sueño...

En segundos, el misterio se revelará. Me encuentro en una sala rodeada de mesitas redondas y menudas, como las sillas, ambas acompañadas por unos farolillos de luz tenue, pero cálida. Mi presencia no es una casualidad. He deseado este momento desde que la Yumba se coló en mi vida. Y ya ha llegado, sin saber si estoy preparada para la máxima expresión del tango, ese baile en el que se funde el abrazo, un estilo lento de caminar y una sutil improvisación.


De repente, seis figuras empiezan a desplegar sus encantos. Se suceden las cadencias tristes, alegres, sensuales o eufóricas. Se nos muestra la belleza de la caminata, a contratiempo, los giros, boleo, ochos adornados.... pasos. Las figuras convertidas en parejas despliegan sus movimientos felinos, sensuales. Por momentos, los bailarines trenzan sus piernas sin que se puedan distinguir, y es tan rápido el temblor, que la vibración zigzaguea en el aire.

Ya no estoy sentada en mi silla. Me encuentro en el escenario, vestida con un traje rojo bermellón, dejando mis piernas al sabor de mi pareja. Su mano tienta mi espalda, para detenerse al son de los compases. Bailamos de una manera marcada, más por la percusión que por la música, y lo hacemos escuchando el cuerpo del otro. Se detiene el tiempo.

Ninguna danza conecta de forma tan intensa a dos personas física y emocionalmente. Las parejas nos embrujan, exhibiendo el deseo sexual sublimado en sensualidad, a tristeza y la melancolía. La musicalidad despliega el piano, los violines violonchelos, y, como no, el bandoneón. Sólo se expresan sentimientos que los bailarines transportan a sus pies y a sus cuerpos.

Con el encanto de la sorpresa, aparece una bella mujer, sola ante nosotros, y nos enamora con una danza del vientre. Los cascabeles que adornan su cadera, suenan y suenan, mientras nos hipnotiza con su cuerpo cimbreante. Te provoca el recuerdo del fuego en llamas. Al verde esmeralda de su tul, se unen otros portados por figuras sinuosas. Aparece el arco iris, y los velos se convierten en cometas.

Llega el final. Aplausos, aplausos y más aplausos. No es un triunfo, es la conquista de la alegría.

A la mañana siguiente, acudo a mi clase de tango. La música me invita a entrar. Mis profesores se deslizan por la pista, un balanceo sutil. El tango vive lo que dura una canción y muere asesinado por el último compás. Estonces lo se. No fue un sueño. Viví el misterio.

Y todo aquel que lo quiera vivir, La Yumba le está esperando.