Gracias a Dios el tango no será nunca una aplicación para móvil

Festival de San Sebastián 2014: una maravillosa experiencia

Este año, nuestro paso por el Festival de San Sebastián ha sido una experiencia muy especial. Era nuestra tercera vez -por petición popular del público vasco- y actuamos en el Teatro Victoria Eugenia con nuestra compañía, ofreciendo el espectáculo Tangos Brujos: una historia de encanto. Fue una enorme satisfacción para nosotros y un verdadero honor, actuar en un escenario que es una obra de arte en sí mismo y hacerlo ante más de 900 personas. El aforo estaba estaba completo.

El tradicional broche final del festival donostiarra es una comida multitudinaria en una de sus típicas sidrerías, uno de los momentos más esperados por todos los aficionados amantes del tango y la buena gastronomía.



Reproducimmos a continuación la charla que mantuvimos con la periodista Begoña del Teso de la sección Ciudadanos del Diario Vasco publicada en este periódico el pasado 15 de mayo. Vale la pena leerla.

Gracias a Dios el tango no será nunca una aplicación para móvil.

Graciela Araceli y Orlando Osvaldo: Caminando canyengue por el Boulevard
Grandes intérpretes y profesores de tango, han paseado su espectáculo "Tangos Brujos" por los locales con más embrujo de Europa, incluido Le Parisien Ball de Manchester donde bailaron canyengue, es decir, tango orillero, de suburbio, de maneras provocativase y andar candencioso. Hay un video de ellos dos danzando así en Youtube. Volvieron a Donostia un año más porque como pasa con Federico Terra y Ekaterina Kokotova, con Paula Brandino y Pablo Bravo, o con e DJ David González Luengo, sin ellos el festival que AGATA (Asociación Guipuzkoana de Amigos del Tango Argentino), organiza cada año, no sería lo mismo.

-Así pues, el tango inmutable, aunque el siglo cambalache ya no sea el XX sino el XXI.
- Inmutable porque resulta ser uno de los últimos refugios del alma humana, de nuestra misma esencia.
- Pero yo diría que, precisamente los esenciales lo son porque sin destruirse, se transforman.
- Sin embargo yo (Osvaldo) opino que la grandeza, la inmortalidad del tango estriba en que por mucho que lo intenten, nunca podrá ser convertido ni reducido a una aplicación disponible para teléfonos o tabletas de última generación.
- ¿Tan seguro está?
- ¿De que nunca será un app?
- En YouTube bien que lo han colgado mil veces más una.
- Un abrazo entre seres humanos se puede filmar pero no digitalizar. Y el tango es un abrazo universal y no algo con lo que se pueda mercadear.
- No me creo que el tango no evolucione. ¿Y los nuevos compositores? ¿Y la fuerza de la mujer? ¿Y las crisis por las que desde el XIX ha pasado y sobrevivido La Argentina, todas parecidas, ninguna igual?
- Esperad, creo que yo (Graciela) puedo sacar vuestra discusión del punto muerto donde se encuentra.
- Gracias. Adelante.
- Los dos tenéis razón; nadie puede convertirlo en un videojuego ni en ninguna aplicación tecnológica, pero cambiar, si cambia. O al menos es capaz, muy capaz de convivir con las distintas maneras de enfrentarse a la vida, al mundo, a las revoluciones sociales que tiene el ser humano.
- Entendido Graciela, pero es que además, con teléfonos 3, 4, 5Gs o sin ellos, en tango se baila en Rosario o en Urugay, pero también en Donostia o Japón. ¿De verdad que viajando de punta a punta del planeta no se pierde su verdad?
- Si. No. Tal vez. Acaso suceda al revés: es nuestro baile lo que hace que gentes muy distintas, muy lejanas encuentren su propia esencia. Y el que lo bailen en los cuatro puntos cardinales refuerza mi idea de que es un lenguaje humano universal.
- Bonitas y cargadas de sentimiento vuestras palabras, pero siempre he dudado de que se pueda ser vasco, tamil, celta, coreano y caminar realmente "canyengue".
- Poder, se puede.
- Jurádmelo
- Hay miles de ejemplos por todo el planeta. El tango, además, comparte con otras músicas y danzas el hecho de nacer del pueblo; con y por el pueblo. De su dolor, rabia, sensualidad. De sus ganas de gritar o gozar.
- Lo sé. Como el Jazz. El blues. El flamenco. Pero sigo pensando que un donostiarra nunca sabrá bailar, pensar, sentir, estar en lunfardo.
- Al menos, conocerá la técnica, los movimientos, el ritmo.
- Muy poco me parece teniendo en cuenta que hace una líneas hablábamos de esencias inmutables.
- No estás equivocada porque quizás una técnica prodigiosa puede ocultar que esa esencia, ese sentimiento no está presente. O al menos queda muy lejos. Al otro lado del mar, de la milonga, del puerto, del quilombo,
- ¿Entonces?
- Entonces, nada.
- Suena duro
- Lo sé, pero piensa que según nosotros, según Graciela y yo, el tango es ante todo la expresión de un pueblo y como tal no puede ser sólo fría técnica. A no ser que...
- Adelante, terminad la frase.
- Volvamos al punto de partida de esta charla.
- ¿A la universalidad del abrazo?
- Pero ahora digamos que lo planetario es el pueblo, no el encuentro.
- Ya.
- Así resultaría que el tango podría representar la esencia de todos, de muchos, los pueblos del mundo.
- Y eso nos haría desembocar, de nuevo, en la evolución del tango
- Partiendo del Río de la Plata, traspasa sus orígenes afro-rioplatenses mezclados con la cultura gauchesca, indígena, hispana, italiana y la gran ola inmigratoria llegada de Europa y Oriente Medio y se convierte en un sentimiento global, que dice Wikipedia. Pero en esa universalidad crece un gran peligro.
- ¿Cuál?
- Demasiada gente viviendo de él. Profesores por todas partes. El tango acaso se esté alejando de sus orígenes, separándose de su esencia. Y si lo hiciera, dejaría de ser (de) verdad.